enero 26, 2011

El Avispón Chusco

Una vez más, el maravilloso Templo del Cinematógrafo nos recibió con las butacas abiertas para mostrarnos en fabulosa pantalla digital (2D, no nos gusta el pop up de post-producción) y sonido Dolby Digital la esperada (la anunciaron hace tres años en blogs de comics y ferias fanboys) adaptación cinematográfica de The Green Hornet, en lo personal lo que me hacía dudar mucho de este filme era el nombre de Seth Rogen, el señor pasó de ser el gordito chistoso de Knocked Up y Zack And Miri Make A Porno (kudos, Kevin Smith) a ser el flaquito chistoso que se pone un antifaz y sale a las calles en un auto hermoso acompañado por un asiático para patearle el trasero a los "chicos malos". Incluso cuando me senté en la butaca con mis palomitas y coca a un lado, pensaba que no iba a estar apegada a la serie de TV que a mí me tocó ver en repetición junto con Batman de Adam West. El guión narra una historia bastante irreal pero muy verosímil, es decir, que podemos creer que en un mundo fantástico esos acontecimientos pueden llegar a suceder. Está llena de conversaciones ingeniosas y líneas chistosas, que podrían pensar "el Avispón no es chistoso", el original no lo era. Este sí, y rockea. El diseño de vestuario es genial, el diseño de producción asombroso, la música muy buena y qué decir delos vehículos, los autos ¡rockean! Incluido el trabajo de los conductores (stunt drivers) que se la rifan. Es una peli jalada, increíblemente divertida, entretenida y sobre todo muy amena. La recomiendo completamente aún si no "es" (entre comillas) el Avispón de la serie de televisión con la que algunos crecimos.
The Green Hornet recibe unas palomitas cons alsa y una coca bien fría.

Déjame Entrar

Ahora es el turno de Let Me In, la versión norteamericana de Låt Den Rätte Komma In cuya reseña pueden leer aquí, en la cual mencionaba que no quería ver la versión de Matt Reeves y sin embargo más pronto cae un hablador que un cojo. Vi Let Me In y presento dos perspectivas para su reseña. La primera es per se, Let Me In es una hostoria sencilla al estilo de las películas clásicas de Hammer, esta ES una película Hammer y me agradó mucho ver que siguen en la misma temática de aquellas épocas maravillosas con Peter Cushing y Christopher Lee. No es un guión pretencioso aún si todavía no leo la novela, escrita por John Ajvide Lindqvist, la cual está en mi lista de libros de este año. Me gustó la fotografía, maneja bien la iluminación y los ángulos abiertos aunque me parece que faltó un poco hacer algunas tomas cerradas en escenas dramáticas para acentuar el suspenso. La edición nos lleva paso a paso por cada acto de la narración llegando al desenlace sin problemas. Las actuaciones no son la gran cosa y el diseño de vestuario mediocre. El maquillaje bueno, realmente bueno y los efectos especiales notables, asimismo la música crea buenos ambientes y atmósferas.
La otra perspectiva es comparativa. La peli original es mucho mejor en este apartado, ya que tiene mejor fotografía, mejor diseño de sonido, más actuación por parte de los niños, y el suspenso está manejado con mayor atención a la narrativa y no a los efectos especiales o el maquillaje. Lo mismo con el vestuario, que marcadamente hace la diferencia entre los dos personajes principales. Una vez leída la novela podré poner a juicio qué guión es mejor, comparativamente hablando. Ambas son buenas, igualmente espelusnantes, sin embargo la sueca tiene más puntos finos que la de Hammer.
Let Me In (USA) recibe unas palomitas con una coca fría como vampiro.

El Turista

El templo del cinematógrafo nos recibió con esta peli que nos recordó bastante a Agente Salt, no que sea similar, sino que era también con Jolie y trataba de intriga internacional. A su vez me recordó bastante a The American con George Clooney dirigida por Anton Corbjin. No tiene un guión intrincado y lleno de recovecos pero mantiene un excelente misterio al estilo de Hitchcock, transcurre sin tropiezos y con buenas actuaciones aún si tanto Depp como Jolie estén más para verse bonitos que para darle profundidad a los personajes. Conjeturo que es responsabilidad del director no tanto de ellos quienes sabemos pueden actuar cuando se lo proponen (o están bien dirigidos). Lo destacado de este filme es la fotografía ya que sucede en bellas locaciones en Europa, la iluminación es fantástica y el diseño de vestuario genial. La edición nos mantiene siempre esperando el siguiente acto, concatenando los cabnos que va creando hasta llegar a un desenlace que se antojaba predecible pero no por ello malo o aburrido. Es una excelente película que muestra que el cine está para divertirse viendo gente bonita, en escenarios geniales y con una historia sencilla pero cautivadora.
The Tourist recibe unas palomitas con un icee morado.

enero 05, 2011

Héroes Verdaderos.

Tal y como se planeó mercadológicamente hablando llegó diciembre y con él el dvd de Héroes Verdaderos. Esta peli me llamaba la atención por un único elemento que era el que pesaba, el diseño de los personajes (ver la última imagen). No es que se parescan mucho a los históricos, pero de todos modos, al menos no eran unos monitos todos mal dibujados sin vida ni ápice de diseño como los del Chavo animado que son mediocres a lo mucho. Este filme tenía por lo menos eso, un diseño de personajes bueno. Cuando comencé a verla se lucieron los primeros, no sé, diez minutos con su mejor animación. Con toda la escuela de Disney en el manerismo de los personajes e incluso en el diseño, que ya varió un poco de la publicidad impresa a la pantalla. Yo hubiera mejor imitado los filmes europeos, como los de Corto Maltese o los de Asterix, pero quién sabe si los conozcan o si salía más caro hacerlo así. Aunque el filme tiene tres minutos de screens llenos de marcas que pagaron para hacer posible el proyecto y te soplas todos los logos institucionales antes de poder comenzar a ver el filme. Conforme avanzaba la trama, que no parecía tener nada que ver con la Independencia de México la calidad en la animación fue decayendo, y de repente su calidad se fue al traste cuando los fondos pasaron a ser simples pinturas borrosas, verdes si estaban en la jungla, o cafés si estaban en la ciudad. Cuando de verdad sudé frío fue cuando comenzaron a cantar, de la peor manera posible y con las letras más insulsas. Ahí me di cuenta que estaba viendo un filme para niños. Pequeños. Poco inteligentes. Porque hay muchos niños allá afuera viendo cosas geniales y sabiendo que son geniales. No hay muertos, no hay balazos, una explosión pequeña, drama barato y predecible. No puedo creer que habiendo tal riqueza de historias en torno a la Independencia esto haya sido lo mejor que pudieron tramar. Al final trae un discurso demagógo y politizado espantoso, creo que eso no es lo peor, sino ver don Miguel Hidalgo y Costilla dar el grito de Dolores cantando una pieza descolorida. Porque el diseño de audio es paupérrimo, kilos de escenas donde se llevan a cabno acciones que no están respaldadas por un foley adecuado, o incluso, carecen de sonido. Se salva la peli porque don José María Morelos y Pavón es realmente cool, el diseño es imponente y tiene la voz de León-O que lo hace ver más cool aún. Es una película infantiloide, llana, insípida con un guión muy para estas épocas televisas, la historia oficial masticada, tragada y regurguitada. Si bien es una buena manera de que los chamacos dejen ya de lado tanta cosa Disney y se familiaricen con personajes mexicanos, que fueron, como dice el título, héroes verdaderos. En eso, coincidimos.
Héroes Verdaderos como filme recibe unas pepitas sin chesco.
Aquí, un model sheet de los personajes. Aldama de hecho no tiene una gran presencia y doña Josefa toda delgada y guapa cuando sabemos que no era así. Hidalgo con look como de un Bichir asumo para coincidir con la peli de Serrano y un Morelos que me recuerda a un luchador del CMLL. Aún así, me siguen pareciendo bien hechos. El dibujante original, conceptual, es un tipo talentoso. Lástima que los maquileros de la animación ya no la armaron bien a la hora de animar todo el largometraje.

enero 04, 2011

Sangre Simple

A un año, meses más, meses menos, de haber entrado a la facultad de letras de la UAM uno de mis profesores (Roberto Gómez) me recomendó comprar un libro que analizaba la novela negra. Ahí aprendí lo poco que sé sobre Raymond Chandler ó Dashiel Hammet y a distinguir dicho género de otros que a veces "pisan" sus fronteras (algunos cuentos y novelas góticas, o de detectives al estilo Auguste Dupin). Es un género díficil aún si encasillado en clichés que rondan el mal gusto y/o lo kitsch (como los Pulp, o Pum Pum Bang Bang de Los Esquizitos). Si bien existen filmes bastante novedosos (Sin City, Bladerunner) pocos son verdaderamente Noir (Kill 'Em All Malone, L.A. Confidential) y este filme de los hermanos Ethan y joel Coen es uno de esos. Blood Simple (término acuñado por Chandler) es un filme con una trama sencilla, en pocos actos, llena de confusiones (para los personajes) y situaciones estresantes que nos mantienen en suspenso y esperando la reacción de los involucrados, con un desarrollo que nos lleva paso a paso, sin apuro, hasta el último acto que ata todos los cabos y cierra una historia de intriga. Los Coen manejan la imagen de tal manera que aun si no tenemos acción desmesurada, no hay explosiones ni grandes acrobacias, las tomas, los emplasamientos de la cámara son geniales, crean no sólo atmósfera, nos dan perspectiva. Es un tipo de fotografía que intenta (y logra en mi opinión) mantener el mismo estilo narrativo de la literatura negra con la corriente de la conciencia (stream of conciousness), da perspectiva, psicológica, narrativa. La edición hila todo ese maravilloso entramado de narrativa visual, diálogo, luz, sombra y música; ah la música que es un personaje más en este filme junto con ciertos "cues" de sonido que se convierten en seres sonoros, casi rúbricas, hay que prestar atención a la letra de las canciones, a su ritmo y personalidad. Todo esto y más hacen de Blood Simple una película simple, pero dentro de esa simpleza una experiencia cinematográfica digna de disfrutarse. Preferentemente a oscuras, ajustando la pantalla con los contrastes que sugiere THX para una óptima visualización de las zonas iluminadas y las oscuras. Con suficiente volúmen para escuchar ese ventilador que sutil nos sugiere latidos de corazón... whop, whop, whop...
Blood simple recibe unos nachos con queso y un Icee... negro.


enero 03, 2011

Coraje y Determinación

Con una larga colección de Westerns en mi haber, considerando que son de mis géneros favoritos, es muy probable que esta reseña este un poco influenciada y que tal vez no sea tan buena como a mí me pareció. Sin embargo bajo un análisis objetivo de su guión, la historia es si bien históricamente difícil de que haya sido plausible, es una historia muy Coen, donde los límites de la realidad y lo verosímil se juntan. A fin de cuentas no podremos jamás ponernos exigentes con los westerns que han venido narrando historias inverosímiles desde hace más de 40 años, muchas de ellas clásicos memorables. Si tomamos en cuenta que es una obra de ficción el guión tiene un desarrollo correcto, con actos delineados y bien armados, excelentes giros de trama, perípecias y la perífrasis del título que es absolutamente genial. Es una historia sencilla, sin pretenciones de ser un épico ni mucho menos, recordándome por ejemplo a Unforgiven pero con un tono menos Noir, haciéndola más un western de aventuras con giros dramáticos. Los hermanos Coen siempre han sabido mezclar bien lo dramático con lo irónico sin que sea comedia pero permanesca cerca de lo gracioso. La fotografía es muy buena destacando sobre todo el manejo de los claroscuros, acentuando los contrastes y dándole especial atención a las expresiones en los rostros de los actores quienes han sido escogidos de genial manera. Por unos minutos dudaba sobre el papel de Matt Damon pero conforme avanza el filme me di cuenta de la naturaleza del personaje y Damon queda bien parado como un Texas Ranger, mientras que Jeff Bridges es un U.S. Marshall cuyo papel compite muy cercanamente con Hailee Steinfeld quien interpreta uno de los mejores roles que he visto en un filme de este tipo. Me encantó. La edición es dinámica, mantiene un buen ritmo, el interés y sobre todo mantiene la narración coherente. El acto final es uno que es discutible, no malo, sólo debatible; como el capítulo 21 de An Orange Clockwork de Burgess. No demerita el filme en lo más mínimo, pero seguramente influirá dependiendo del gusto de algunas personas. Estamos los que favorecemos un desenlace más helénico en las narraciones, y quienes no. Sin embargo, True Grit (no quiero imaginar qué título estúpido le darán en México) es un gran filme, nada pretencioso, sencillo, entretenido, excelentemente actuado. A mí, me gustó mucho.
True Grit recibe unos nachos con coca fría.