marzo 02, 2011

La primer familia de Marvel.

El año pasado comenzó una cuenta regresiva en la serie regular de Fantastic Four donde anunciaban ominosamente que no volverían a ser cuatro. Tres quedarían de la familia más importante de Marvel. Así que en el Fantastic Four V1 número 587 Johnny Storm de manera por demás heróica sacrifica su vida en la infame zona negativa. Esos tres números (585-587) estuvieron llenos de drama, gran arte y un guión digno de la tradición que siempre ha cargado orgullosamente sobre sus hombros al tener el epíteto "world's greatest comic magazine" y mientras que los recomiendo de amplia manera porque además son indispensables esta entrada va a referirse al último número de la serie.
Fantastic Four 588 se anuncia como el último número de los Cuatro Fantásticos. La muerte del Antorcha Humana sucede en el número anterior y este no es un epílogo sino un enorme broche que cierra más de treinta años de uno de los equipos más representativos en la historia de Marvel y por qué no, de los comics norteamericanos. Desde sus primeros números Stan Lee siempre dedicó su creatividad a que los FF fueran un comic de fantasia pero firmemente basado en ciencia (ficción) no siempre tan ficticia. Sus historias eran antes que luchas contra villanos hermosas aventuras narradas con pasión y siempre llenas de personajes que hoy son pilares de Marvel, como Galactus, Uatu, Silver Surfer, los Inhumanos, Black Bolt, Dr. Doom y una pléyade más que salieron de sus páginas a través de las aventuras mejor narradas que yo he leído en todos mis años de leer comics. Si bien siempre he sido abiertamente un fanático de Batman, los Cuatro Fantásticos son quienes más me han conmovido. Son una familia y siempre se ha manejado ese argumento en torno a ello. Si las familias normales se enfrentan a tener ropa sucia, una casa desordenada o recoger a los niños, ellos tenían que lidiar con eso y además, salvar al mundo de desastres cósmicos, monstruos y reyes de otros mundos.

El último número. Cuando lo comencé a leer tenía cero expectativas. He leído suficientes números de "muerte de" como para ya no esperar nada nuevo. No importa si es un hérore importante o uno que quizá es secundario. Es bastante usual cómo se maneja en los comics. Fantastic Four 588 consiste en dos historias que no voy a narrarles para que tengan el placer de leerlas sin saber de qué tratan, con un pequeñísimo spoiler: La primera no tiene un sólo globo de diálogo. Una obra de arte secuencial donde con cada viñeta nos transmiten el aftermath de haber perdido no a un miembro del equipo. A un miembro de la familia. La última vez que me sentí conmovido a este nivel con una historieta fue también un comic de los FF, un crossover con los X Men donde Von Doom intenta separar al equipo plantanto un terrible rumor en la familia. Ese crossover me hizo realmente sentir que los héroes verdaderos no necesitan poderes y cuando los tienen el resultado es maravilloso. El giro de esta historia es precisamente que la familia entera se ve enfrentada a la pérdida de un miembro, sin importar cuántos héroes puedan haber para reemplazarlo o rendirle honor. Uno de los personajes principales y de mis favoritos en todo el universo Marvel, la Mole, nos muestra por enésima vez porque el guapo Ben es uno de los Héroes más queridos y honorables que existen. Mientras que en la segunda historia volvemos a aprender que con gran poder viene una gran responsabilidad. La primer familia de Marvel no podría estar sino emparentada con el primer héroe de Marvel. Este es un comic para recordar, para apreciarse, para coleccionarse no por ser el último ni uno más en la serie de "la muerte de", es para guardar en la colección del corazón, como una representación del maravilloso arte narrativo que es la historieta cuyos contenidos nos pueden conmover tanto como cualquiera de los clásicos de la literatura.