¡Lamia!

El Templo del Cinematógrafo nos recibió este fin de semana con una espectacular película de Terror. Como habrán leído en entradas anteriores, las pelis de horror son de mis favoritas (siempre digo eso de todos los géneros, ja) tengo muchos años viendo el género y Sam Raimi es uno de los grandes nombres, El Despertar del Diablo es una referencia obligada cuando se habla del género y no, no me refiero a The Hills Have Eyes (una patada a quien tradujo esa película con el legendario nombre) me refiero a Evil Dead. Luego de dirigir Spider-Man (la sorpresiva primera parte, la maravillosa secuela y la mediocre tercera) regresa a dirigir Drag Me To Hell probando que es, en definitiva, un genio en el género. Verán, Raimi no sólo crea ambientes, a través de colores, fotografía, símbolos, vestuario, genial Gore y caracterizaciones espeluznantes, Raimi logra mezclar con genialidad el humor con el terror. Sí, las pelícuulas de terror de Raimi son divertidas, son incluso cómicas... y también te hacen brincar en tu asiento. Es puro entretenimiento cinematográfico, movie magic. El guión es muy bueno, no requiere de un motivo muy trascendente para poner en movimiento los engranes de la historia, se justifica de manera exacta y aunque no está basado en un personaje real (la Lamia no es en lo absoluto un demonio en forma de chivo) nos convence que lo es. Por otra parte el resto de la historia está basado en cosas bastante reales (lo que lo hace ser más horrorizante) y si le sumamos el Gore maravilloso, con tres o cuatro sustos geniales tenemos una película genial. La fotografía es muy, de verdad, muy buena. Maneja planos interesantes, el diseño de producción es maravilloso con muchísima atención a cada detalle no sólo en vestuario sino en escenografía y el montaje, es escancial para las escenas de sustos aunado al dinamismo de la historia que avanza paso a paso mientras la maldición se va desenvolviendo. El maquillaje me pareció increíble y si juntamos los maravillosos efectos de sonido (con el diseño del mismo) a un score musical sobresaliente tenemos casi dos horas de entretenimiento puro. No verla en cine será un error, y cuando salga en BD la experiencia será maravillosa en el Home Theatre, va a estar de volar el subwoofer, ja. Si te gusta divertirte y el terror, si tienes el estómago para ver Gore medido y sin exageraciones, y en general sentirte espantado esta es la peli para ti.
Drag Me To Hell se lleva unos nachos con queso extra y una coca bien fría.