abril 08, 2010

There's a man in the sky...

The Invention Of Lying es un filme que originalmente conseguí para mi clase de Ética en la Universidad, pero nunca tuve tiempo de verla y jamás le presento pelis a mis alumnos que yo no haya visto primero (de qué manera voy a conducir una discusión o debate), en estos días de solaz finalmente pude verla y fue una experiencia realmente interesante. Imaginen una tierra donde nadie, absolutamente nadie, puede decir mentiras. Así que cuando te preguntan cómo has estado no respondes con el clásico "pues bien..." sino con la verdad absoluta "siempre he pensado que la pregunta cómo estás es vanal e hipócrita", hasta que un día un pobre perdedor es orillado a inventar la mentira luego de haber sido vituperado con la terrible verdad que se le presenta. Ahora, cuando dices la primer mentira del mundo, la demás gente te cree, sencillamente porque nadie conoce la mentira y lo que digas tiene que ser por fuerza la verdad. Esto lleva al personaje principal a toda una serie de eventos en lo que tiene que discernir sobre lo que va a decir, sobre lo que es la verdad, la realidad, la mentira o simplemente un acto de percepción. Merleau-Ponty nos propone que los fenómenos de la percepción no son sino cuna cadena de microeventos que nos llevan a la construcción de la realidad vía extensiones de nuestros órganos, como lo sería un bastón a un ciego... así que la verdad está en la percepción de quien observa una parte de la realidad y la va armando conforme a sus experiencias. Sin embargo la peli me plantea (a mí) la posibilidad de un mundo donde la demás gente necesita de ratificar sus percepciones a través de las de los demás, por eso tachamos de "loco" a quien ve cosas que la mayoría no ve, haciendo que la verdad sea sólo aquello que es perceptible a la mayor parte de la población. Interesante, porque el propio filme plantearía la siguiente premisa: es posible que si la mayoría de las personas perciben algo que no es realidad se convierta en verdad por ser una percepción colectiva y tomada por cierta ya que está validada por la mayor parte de los perceptores. Así sucesivamente, confronta el filme una serie de actos y eventos que ponen en tela de juicio la diferencia enorme que puede haber entre la realidad y la verdad, aunado al confrontamiento de la realidad pragmática con la verdad emocional. Quizá sea un filme demasiado complicado o lo contrario, muy simple como para haber llegado a las pantallas. Absurdo en su premisa de un mundo donde nadie puede decir una mentira... pero si Jim Carrey en un sobreactuado abogado que no puede mentir puede ser un filme exitoso, no entiendo por qué The Invention Of Lying ni siquiera asoma su poster en las salas mexicanas o en los pasillos de los videoclubs. Es una buena peli, fílmicamenteh hablando con defectos, como una fotografía común o una edición lineal muy sencilla. Su guión incluso puede tener detalles un poco exagerados, no poder decir mentiras no implica que tengas que decir todo lo que piensas... sin embargo, planta una semilla importante de reflexión que me hace recomendarla. Preferiría esta mil veces por encima de Mentiroso, Mentiroso de Carrey.
The Invention Of Lying recibe nachos con coca fría.

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