mayo 24, 2010

Tarzán, Señor de los Monos.

En 1984 Hugh Hudson dirigió la que probablemente es la mejor peli de Tarzan moderna sin tomar en cuenta las que protagonizó Johnny Weissmuller (las cuales suman 11), no es exactamente la mejor adaptación de la novela de Edgar Rice Burroughs y sin embargo comparándola con los otros filmes del personaje esta se lleva el premio. El director Hugh Hudson es conocido principalmente por haber dirigido Carrozas de Fuego previamente a Greystoke: The Legend of Tarzan, Lord of the Apes la cual es notable por su guión (con todo y las discrepancias conforme a la novela, mas qué adaptación no las tiene) el cual narra el naufragio del Conde de Graystoke y su esposa en costas africanas y su subsecuente muerte, ella en manos de la enfermedad y él bajo los poderosos brazos de Kerchak. Su bebé es adoptado por Kala quien lo inserta en la sociedad de los monos. La mitad del filme nos narra su crecimiento en la jungla, sus primeras aventuras y desventuras así como su ascención a Lord Of The Apes hasta que llega una expedición del Museo Británico de Historia Natural y la historia toma un giro radical ya que el descubrimiento del Conde de Greystoke, John Clayton, será determinante en la vida de los personajes involucrados. Cada acto excelentemente delimitado, con transiciones suaves y artísticas que crean una composición cinematográfica soprendente. La fotografía es asombrosa, incluso en los ambientes que fueron recreados en sets, aunque tiene grandes locaciones en Túnez y propiedades pertenecientes a la nobleza bretona. La edición es pausada, pero no aburrida, nos desenvuelve a cada personaje y su drama personal alrededor de la vida de Clayton quien está dividido entre dos mundos. Christopher Lambert en su primer papel cinematográfico es un Tarzán sobresaliente, que nos brinda una poderosa actuación. La música es hermosa,, a cargo del compositor John Scott interpretada por la London Symphony Orchestra y enmarca una obra de arte cinematográfica que hace ver al "Tarzán" de Disney como una peli de los hermanos Almada con todo y el espantoso doblaje al español de Ricky Martín (quien es talentoso en varios aspectos artísticos, menos el doblaje). Es una de mis pelis favoritas de todos los tiempos, la vi cuando niño en el cine y desde entonces me atrapó. La recomiendo ampliamente, al igual que la novela de Burroughs, la cual es también una obra de arte.
Greystoke: The Legend of Tarzan recibe nachos con queso y una coca bien fría.

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