abril 05, 2008

Aang, el Avatar.

Tengo días pensando en esta entrada y este es el único comienzo que se me ocurre: La caricatura de Avatar es definitivamente un programa lleno de enseñanzas místicas hermosas, digno de ser visto con todo detalle y atención. Lo he notado porque tengo veinte años siguiendo esas enseñanzas a través del Manual del Guerrero Kundalini, de Óscar Gonzáles Loyo, el creador de Karmatron. Otro importante personaje que imparte enseñanzas místicas y esotéricas.

Esta no es una entrada para hacer una reseña sobre Avatar: The Last Airbender, la caricatura de Nickelodeon, es para invitarlos a que vayan a su mezcladito más cercano o bien con su distribuidor de piratería de confianza y compren los libros de Avatar. Cada temporada es llamada Libro, así que comiencen por el libro de Agua. Que es la primer temporada, y déjense llevar por la historia de este personaje que tiene que aprender mucho, y que a través de su aprendizaje nos enseña tanto. No hay muchos programas que inviten a estas reflexiones, que impartan actitudes filosóficas para el desarrollo diario de la vida. Tiene razón Óscar cuando en el Manual dice "Una vez sintonizados, comenzarán a llegarles claves y mensajes por medio de libros, películas, revistas, conferencias y por todo tipo de medios intrascendentes y trascendentes. La comunicación con los Maestros primero ocurre por medio de la asociación de imágenes que ellos transmiten, al suceder esto, ustedes verán algo que llamará su atención (como un libro o una película) y tales cosas los llevarán a otros medios hasta que entiendan la clave transmitida." No hay más qué decir.


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