
En 1995
Kathryn Bigelow dirigió a
Ralph Fiennes,
Angela Bassett y
Juliette Lewis en un
thiller cyberpunk llamado
Strange Days que conmocionó mi perspectiva de cinéfilo. 18 años después vengo a ver
un filme
con esas mismas características, su título:
Southland Tales (ignoro su título en español, no lo he investigado). Escrita y dirigida por
Richard Kelly quien se dio a conocer por dirigir
Donnie Darko y escribir Domino, nos ofrece una historia de dos horas y media situada en el futuro cercano. No puedo recordar que haya llegado a las salas
mexicanas ya que su año de producción es 2006 y tiene una pléyade de estrellas tales como
Seann William Scott,
Dwayne Johnson, Miranda
Richardson,
Justin Timberlake,
Christopher Lambert,
Sheri Oteri,
Sarah Michelle Gellar,
Mandy Moore e incluso
Kevin Smith.

Es una historia de lo que sucedería en los estados unidos si hubiera una tercer guerra mundial, retoma muchos elementos del actual estado del mundo y la sociedad norteamericana, el simbolismo de
George Orwell y la crítica
mediática que manejan varios autores
contemporáneos; es una película sarcástica, cuyo humor negro no es común en el cine norteamericano ya que no se distinguen por su
autocrítica, la burla al sistema político de este país sirve como marco para presentarnos personajes arquetípicos y otros que luchan por vivir, y sobrevivir en un mundo de
clichés.
El guión es excelente, muestra absurdos muy graciosos que arman esta visión sarcástica pero basada en la realidad de la asfixiante sociedad norteamericana, la fotografía es interesante, crea motivos, ambientes y nos transmite el
mood de cada secuencia. La edición es sobresaliente, me recuerda a Magnolia de
Paul Thomas Anderson, le da ritmo dependiendo de la secuencia lo que transmite cada momento de la narración
dándole personalidad propia a cada personaje. Las actuaciones no son todas buenas, pero es realmente interesante ver a tantas celebridades juntas. Me
sorprendió mucho el personaje de
Kevin Smith a quien reconocí de inmediato por la voz.
Esta película no deja de ser gringa, lo que la hace excepcional es el grado de burla que maneja visual, cultural y socialmente. Raya como mencioné en el absurdo pero creo que parte de todo el mensaje que conlleva es ese, que la sociedad norteamericana es una de absurdos. La película va acompañada de las novelas gráficas escritas por
Richards mismo con ayuda de
Brett Weldele, las cuales pueden bajar
aquí.
Southland Tales recibe un vaso de coca fría con nachos, el queso extra se lo sigue llevando
Strange Days.

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