agosto 13, 2008

Vergüenza

Paola Espinosa y Tatiana Ortiz ganaron el martes la primera medalla de México en los Juegos Olímpicos al llevarse el bronce en los clavados sincronizados desde plataforma de 10 metros, al hacerlo, el papá de Tatiana la recibió de la manera más vergonzosa que yo puedo ver en televisión mundial: Con un chiflido. Bien, antes de que defiendan dicha expresión vulgar diciéndome que así somos los mexicanos, sacando el chovinismo que nos caracteriza, permítanme explicar por qué pienso que es horrible que el mundo nos vea de esa manera.

Desde hace años el mundo nos percibe de una manera, y los medios no han ayudado a mejorar nuestra imagen, Mattelart lo indica en su libro Cómo Leer Al Pato Donald, el cliché es que somos desgarbados, desinteresados y sobre todo vulgares. Entiéndase vulgar como una expresión burda de cultura. El mundo cree que México son sombreros de charro, tacos y zarapes, que todos andamos gritando "ándale, arriba..." Y el señor padre de Tatianita sale en televisión mundial recibiendo a su hija con un chiflido como si fuese un animalito de corral. Porque señores, el chiflido es una expresión muy vulgar. Yo sentí pena ajena, vergüenza de que mi país se vea representado por individuos de ese tipo.
Por el contrario, Paola Espinosa, abanderada de la delegación se ha visto en los medios a veces opacada por la figura de Ortiz. Mediáticamente Espinosa nos ha representado de manera más decorosa y creo que es deber de las autoridades que los atletas muestren un código de conducta, que respalde la ética y moral de un ideal. Es penoso ver que un grupo de mexicanos se encuentre en un foro deportivo en el otro lado del mundo, se abrace y sonría cuando un deportista nacional pasa una eliminatoria, pero hoy por la mañana pasé cinco minutos en una intersección sin que nadie me diera el paso.

Día a día me encuentro con esa pena de ver que el mexicano se enorgullece de muestras vulgares de expresión ya que las considera "muy nuestras", pues son muy suyas, no mías. Yo soy mexicano, uno con ética (vaya, la enseño en la universidad donde laboro, lo congruente siempre será hacer lo que predico), con moral y que está conciente de lo que es la imagen y cuándo es individual, para pasar a ser representativa. Yo pongo de mí mismo en cada clase, enseño, e intento siempre predicar con el ejemplo. Eso me da todo el derecho de criticar la gatada de recibir a una atleta olímpica que representa a un país entero con un vil chiflido, en televisión mundial ni más ni menos. (*en la foto, Tatianita, en otra expresión vulgar, mordiéndo la medalla dando a entender que comprueba que no sea falsa; no, no es gracioso).

2 comentarios:

Luis Alvaz dijo...

Bueno, me parece un poco fuera de contexto tu argumentación con respecto al chiflido. Obviamente puede interpretarse como un gesto poco decoroso, sin embargo, el chiflido se usa en todas partes del mundo. Yo no vi esa imagen, creo que fue demasiado intrascendente, por lo que no creo que haya opacado la actuación de las mexicanas.

Con respecto a la mordida de la medalla por parte de Tatiana, me parece un gesto bastante común; de hecho cada vez que Nadal gana un torneo de grand slam muerde el trofeo y nadie ha calificado esa acción de "mal gusto", aunque podría ser por malinchismo.

Otra cuestión que me causa un poco de conflicto es inmiscuir a la ética con la vulgaridad. Más bien me parece poco ético que el gobierno chino prohíba a los chinos realizar actividades que para ellos son cotidianas (como escupir), porque pueden "ofender" a los visitantes occidentales. Esa es una seña de incongruencia total, como todas las que ha dado China en los Juegos Olímpicos, sobre todo en materia de libertad de expresión.

Es decir, ¿la ética califica las expresiones desagradables o de mal gusto?, ¿no sería más bien la estética?, y en este sentido, sería un juicio que ni siquiera posee una validez argumentativa muy veraz.

La vergüenza más bien es enaltecer a diestra y siniestra una sola presea a estas alturas del torneo.

Maqroll dijo...

En realidad la ética efectivamente no tiene que ver con el chiflido, ese tema salió a relucir debido a que lo extrapolé a la gran falta de cultura que tiene el Méxicano en muchos aspectos de su vida. La moral sin embargo sí entra al quite ya que deviene de los usos y costumbres (según Gutierrez, otra de mis fuentes), quizá no fue trascendente esa escena ya que yo la vi en vivo en el momento que sucedió y tal vez, conjeturo, por eso ya no fue mostrada en los medios; debido a lo mal que se vio. Lo que es realmente bueno y deh echo me hace sentir bien que no pasó a la historia. Yo ese día me sentí indignado, proque día a día me encuentro con cantidad de expresiones de mal gusto dentro de lo que es el ámbito mexicano, digamos, la moral mexicana. Si los chinos escupen, pues será cuestión de sus usos y costumbres. Pero en México, aun si el chiflido es "común", no deja de ser de mal gusto ¿quién, o qué clase de persona le chifla a su hija?... Jamás pensaría que alguno de mis amigos lo hiciera, incluido tú Luis. Gracias por tus comentarios, Ad Hoc como siempre. Y cierto, la ética no venía al caso de Ortiz.