Entrada de reyes

Cada año la TV muestra por lo menos un reportaje donde se expresa la opinión sobre los juguetes violentos invitando a los padres de familia a no permitir que sus hijos juegen con armas, espadas, y demás juguetes que imiten un objeto bélico que los insite a la violencia. Es mi opinión que esto podría ser exagerado, porque siempre que metemos aguja, vamos a sacar hebra; es decir que la muchos otros juguetes podrían ser igual o más nocivos pero su simbolismo es menos obvio. Si buscamos encontramos, y entonces cuántas muñecas no son sino el modelo de rol para las niñas que les inculcan su lugar en la sociedad, o bien la dievrsidad de juguetes en forma de bebé que les enseñan a ser mamás desde pequeñas, a cambiar pañales y darles de comer; los carritos entonces también podrían ser un juguete que les enseñe a los niños que la velocidad es lo más padre y crecen para tener su hotwheels de verdad y entonces salen a la carretera a manejar rompiendo los limites legales de velocidad. En una entrada anterior mencionaba que los juguetes son una representación de la realidad, la guerra no existe porque haya armas de juguetes, los roles femeninos no existen porque haya muñecas y bebés de juguete. Un amigo psicólogo me comentaba que la violencia no es inherente al objeto sino al uso del mismo, y el uso está dado por la mentalidad del sujeto. Qué hacen los padres por educar a sus hijos, esconderles las armas, eviarlas no va a desaparecerlas, existen desde que el hombre pudo fabricar la primer lanza. Así suceden los accidentes, cuando un niño por circunstancias desafortunadas tiene en sus manos un objeto que no sabe usar, ni sabe lo que puede hacer. Si enseñamos a los niños que un cuchillo en la cocina puede ser peligrso, por qué no permitirle que juegue -si quiere- con armas y enseñarle las reglas báscas de seguridad. Es más fácil prohibir las cosas, esconderlas y censurarlas, que tenerlas prpesentes y saber que finalmente existen y evitar su mal uso.

Yo no apoyo la guerra en lo más mínimo, sin embargo la asimilo como un elemento inherente al ser humano que la ha hecho desde que camina erecto. Todo es cuestión de usos y costumbres, una herramienta se convierte en arma cuando un sujeto así lo ve.