febrero 27, 2009

... y yo soy su espíritu.

¡Oh sí! Finalmente llega a La Chula (Puebla) The Spirit, y la espera valió la pena (aunque los empresarios del cine en Puebla merecen una patada en los tompis). Reflexionaba sobre los viejos seriales cinematográficos de Flash Gordon y de Roy Rogers, tiene no menos de 60 años el ejercicio de adaptación fílmica del medio Comic al medio cinematográfico y apenas ahora, llega alguien que ES un artista visual, un escritor, dibujante y un verdadero dramaturgo moderno como lo es Frank Miller y nos presenta una obra Maestra del comic mundial. The Spirit es creación de la leyenda del arte secuencial el Maestro Will Eisner quien se remonta a las épocas de Siegel y Shuster (quienes no sabían dibujar, declaró en entrevista el propio Eisner), en su haber hay cientos de cuentos, novelas gráficas y comics que destacan por el arte narrativo expresado en la secuencia de las viñetas.

La genialidad de Miller, quien es obvio que tiene un máximo respeto por el personaje, está en mantener el toque Noir, trayendo la novela (gráfica) negra al puro estilo de Raymond Chandler, o Dashiel Hammet manteniendo todos los rasgos de la misma, y sumándole los elementos de la historieta tales como los clones pelones (con sus increíbles y divertidas camisetas con sus nombres, todo terminados en "os") o los cambios de guardarropa de The Octopus. Son docenas de detalles los que plagan este filme -digno de verse unas tres veces como mínimo- armando una narrativa que en primer lugar tiene un excelente guión con diálogos brillantes e ingeniosos, una fotografía absolutamente Noir llena de ángulos vertiginosos, de sombras y recovecos, aunado al excelente montaje que hace de todo el filme un deleite artístico. Cabe mencionar que el diseño del sonido es soberbio, detallado y que no se apreciará en una sala que no tenga el apropiado sonido dolby, o DTS.

El diseño de producción es maravilloso, el vestuario impecable, la parafernalia precisa hasta el más mínimo detalle y qué decir de la pléyade de hermosas mujeres que pueblan Central City comenzando por mi favorita la exquisita rubia Scarlett Johanson. No podemos dejar fuera al señor Samual L. Jackson quien crea un personaje entrañable, casi opacando al héroe del filme. Pero es sólo casi. Demonios, tendré que ir a verla nuevamente y observarla con mucho más atención. Me encantó ver al propio Miller como policía, a Paul Levits (ex-director de DC), la referencia a Kurtzman (la tienda de empeño) y el Tales of Suspense que lee Danny Colt. Es para un amante de los comics un poema, una obra maestra; y para el cinéfilo regular será también una peli digna de una coca fría y nachos con mucho queso extra.

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