agosto 19, 2009

Qué hago aquí

Quien lee el Atrio quizá piense que el Maqroll se la vive yendo al cine y viendo películas. Lo cierto es que también doy clases en una Universidad y no por elección sino casi por circunstancia en una prepa. Hoy que estaba aquí en la oficina (también estoy a cargo de Titulaciones) llegaron mis compañeros y amigos de un curso sobre reformas a la educación media superior. Ustedes mortales que viven a extramuros de las escuelas no tienen idea de todo lo que sucede en la vida del pobresor que no sólo tiene que lidiar con los alumnos, sino con toda una batería impresionante de requerimientos administrativos que le dan un sabor amargo a una actividad tan bella y satisfactoria como lo es enseñar.
Resulta que ahora los pobresores vamos a llevar un "portafolio de evidencias" que servirá para ir acumulando todo nuestro trabajo y desarrollo durante el semestre. Eso implica un chorro de trabajo extra para uno, que de por sí tiene que hacer plantaciones de clase, syllabus y tarugada y media. Implica que debemos tener evidencia de todo lo que hacemos con los chamacos, implica sacar fotos si se puede, implica sacarle copias a los exámenes, y hacer un examen diagnóstico además de hacer grafiquitas estadísticas para ver el nivel de atarantamiento del pupilo. En fin, yo me pregunté "y cuál es el objetivo de todo esto" pero, el verdadero, no el que dice la obtusa gente de la SEP que ni siquiera está frente a clase sin la menor idea de lo que es la trinchera educativa. Primero, vivimos en un mundo de gente irresponsable, floja y sin compromiso alguno, la evidencia está para supervisar que deveras hagas lo que de por sí es tu trabajo. No sé si sean muchos los profes que no preparen clase, ni sé si sean muchos quienes hacen como que enseñan, pero si se crean tantos puntos de control administrativos, deben ser más de los que yo quisiera fueran. Segundo, el estado actual de la sociedad entera está basado en evidencias como si fuéramos un elemento más de una lista de chequeo, el devenir del ser al estilo Heráclito se reduce a "Evidencia luego entonces eres" "No-evidencia, luego entonces no eres" "Eres luego entonces trabajas" "No eres luego entonces no trabajas" pero yo nomás no veo que eso se traduzca en la Tesis final: "Trabajas luego entonces el chamaco aprende" Porque además, el aprendizaje del alumno se está midiendo con todas esas evidencias que a fin de cuentas no nos garantizan que haya cognición significativa de los conceptos. Y los padres de familia piden 10 sin verificar que ese número que por sí mismo no significa nada, respalde un conocimiento, una habilidad o de perdida un poco de cultura general. Luego entonces, todo este embrollo administrativo nunca se resuelve en la preparación de personas capaces, con habilidades y cultura. Porque vamos a sumar el hecho de que nosotros los pobresores (asumo que todos, sabiendo que no es así) sabemos bien a lo que vamos, lo que estamos haciendo... pero los alumnos no. No tienen idea de qué hacen en la escuela, y es en parte responsabilidad de sus padres que piden un numerito, no resultados. Hay una crisis espantosa de valores, y lo importante no es el conocimiento, es un numerito. Una evidencia. Ya no hay trascendencia en nuestros actos, no hay responsabilidad. Soy profesor, y sé que tengo una responsabilidad social muy grande ¿lo sabe el padre de familia? Yo me preparé para ser profesor, me sigo preparando día a día ¿quién me garantiza que esas dos personas se prepararon para dar a luz a un individuo? ¿exagero? No. La sociedad son las personas, las personas se forman en su hogar, en la escuela sólo obtienen habilidades para desarrollarse productivamente en la sociedad. Y dejan en nuestros hombros la formación completa de una persona que en su casa nadie le dijo para qué estudia más allá de la frase mediocre "para superarse". Sin importar cuán buenas puedan ser las nuevas estrategias de enseñanza, no sirven de nada si topamos contra la pared de la ignorancia de padres, y la total ausencia de motivación del alumno. Porque no sabe cuál es su rol social.
Sinceramente, hay días, como hoy, en los que pienso que la gente tiene hijos sólo porque -biológicamente- puede. Y que somos unos cuántos, además, los que nos preocupamos por ver que se desarrollen como seres humanos en armonía los unos con los otros. Yo sé por qué soy profesor, tengo una razón de ser ¿y quienes tienen hijos, saben la suya? ¿y esos hijos, saben la de ellos?...

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