diciembre 11, 2009

Are you ready for this!?

Eran las nueve y cuarto de la noche del juéves diez de diciembre del dos mil nueve, me encontraba entre unas trescientas personas, quizá más, de pie frente al escenario. Ahí arriba estaban los integrantes de Epica: Mark Jansen, Isaac Delahaye, Yves Huts, Coen Janssen, Ariën van Weesenbeek y la bella Simone Simons... acababan de tocar Resign To Surrender, la canción que abría el cuarto concierto que daban en México, mis oídos comenzaban a zumbar, todo el foro vibraba y de repente miré a mi alrededor, a un concierto nunca vas solo (aunque iba con mi estimado Manu) vas con cada uno de los que asisten y viven todo el evento, me di cuenta que desde el comienzo del concierto no había dejado de sonreír. Tuve uno de esos momentos donde reflexiono ¿qué hago aquí? y la respuesta era muy simple. Es la misma respuesta que explica por qué voy al cine cada semana, por qué veo series de TV, por qué leo novelas y cómics, por qué escribo y dibujo ¡porque vivo de estímulos! Pero no cualquier estímulo, me refiero a esas actividades que te hacen vibrar, que le dan sentido a la vida y que no te dejan nada, excepto una felicidad enorme. Leer una buena historia del Hombre Araña, una novela bien entretejida, una peli con escenas que transporten a otras vidas y realidades, unas guitarras eléctricas, batería, teclados, luces, unos cuántos cientos de personas brincando ¡y eso es todo! No necesitas ni alcohol ni cigarrillos (gracias a las leyes de protección a no fumadores ya podemos ir a conciertos sin salir con los pulmones jodidos) la experiencia es completa cuando pones tu mente, tu corazón en el evento, estás donde quieres estar con la música que te gusta y rodeado de gente que como tú, disfruta de lo mismo. Es el arte de disfrutar el arte, de una historieta, la literatura, el cine o la música...

No soy un ávido fan de Epica, aunque tengo ya varios años escuchándo a la banda. Mi disco faorito sigue siendo el Consign to Oblivion y de mis rolas favoritas The Last Crusade (que tocaron esa noche, lo que fue genial), sin embargo la calidad de la música fue maravillosa, tocaron piezas "duras" y pesadas, así como otras más melodiosas y estructuradas, Simone y su hermosa voz Mezzo Soprano dan cohesión a la fusión entre la música de orquesta (en este caso salida de un teclado, pero bastante cercano al sonido original) y el Power Metal, con algunos tintes de Death Metal (debatible lo sé, es mi punto de vista en este caso), si algo me agrada del Symphonic Metal es el talento de fusionar estos géneros aparentemente tan disímbolos. Cosa que no todas las bandas logran, lo que me recuerda el concierto de Nightwish del año pasado, maravilloso. Sin embargo, para su servidor el Maqroll lo que fue orgásmico de esa noche fue que en el interludio, se apagaron las luces y la obscuridad del salón JP fue llenada por una tonada que yo reconocería en cualquier lugar, era el Duel Of Fates de John Williams, se me enchinó la piel, un cosquilleo recorrió toda mi espalda y de repente, se encenden unas luces azules entre todo el hielo seco y la banda (sin Simone) comienza a tocar con aguerridos Rifts Imperial March... jamás pensé que interpretarían esa pieza en específico ¡y que la escucharía en vivo! Entra de inmediato en el top 5 de momentos indelebles en mi vida de headbanger junto con Rammstein 2001 (Mutter), Judas Priest 2007 (Diamonds and Rust) y Kiss 1999 (Black Diamond). El único detalle que me pareció de mal gusto fue que cuando la banda se despidió y todos comenzamos a pedir el encore el público poblano se vio prontamente desesperado y comenzó a corear "uleros", he asistido a muchos conciertos, en diversos foros, y nunca había visto que se desesperaran tan pronto para el encore, y que de hecho insultaran al artista. No me pareció agradable, en fin, si no le damos importancia no la tendrá. Epica fue el concierto que despide para mí el 2009 y no pudo terminar mejor, ojalá el año que entra nos traiga más y mejores conciertos para poder brincar, bailar, gritar y agitar la cabeza.
Epica en concierto, Salón JP, Puebla, México recibe dos "cuernitos".

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