enero 04, 2011

Sangre Simple

A un año, meses más, meses menos, de haber entrado a la facultad de letras de la UAM uno de mis profesores (Roberto Gómez) me recomendó comprar un libro que analizaba la novela negra. Ahí aprendí lo poco que sé sobre Raymond Chandler ó Dashiel Hammet y a distinguir dicho género de otros que a veces "pisan" sus fronteras (algunos cuentos y novelas góticas, o de detectives al estilo Auguste Dupin). Es un género díficil aún si encasillado en clichés que rondan el mal gusto y/o lo kitsch (como los Pulp, o Pum Pum Bang Bang de Los Esquizitos). Si bien existen filmes bastante novedosos (Sin City, Bladerunner) pocos son verdaderamente Noir (Kill 'Em All Malone, L.A. Confidential) y este filme de los hermanos Ethan y joel Coen es uno de esos. Blood Simple (término acuñado por Chandler) es un filme con una trama sencilla, en pocos actos, llena de confusiones (para los personajes) y situaciones estresantes que nos mantienen en suspenso y esperando la reacción de los involucrados, con un desarrollo que nos lleva paso a paso, sin apuro, hasta el último acto que ata todos los cabos y cierra una historia de intriga. Los Coen manejan la imagen de tal manera que aun si no tenemos acción desmesurada, no hay explosiones ni grandes acrobacias, las tomas, los emplasamientos de la cámara son geniales, crean no sólo atmósfera, nos dan perspectiva. Es un tipo de fotografía que intenta (y logra en mi opinión) mantener el mismo estilo narrativo de la literatura negra con la corriente de la conciencia (stream of conciousness), da perspectiva, psicológica, narrativa. La edición hila todo ese maravilloso entramado de narrativa visual, diálogo, luz, sombra y música; ah la música que es un personaje más en este filme junto con ciertos "cues" de sonido que se convierten en seres sonoros, casi rúbricas, hay que prestar atención a la letra de las canciones, a su ritmo y personalidad. Todo esto y más hacen de Blood Simple una película simple, pero dentro de esa simpleza una experiencia cinematográfica digna de disfrutarse. Preferentemente a oscuras, ajustando la pantalla con los contrastes que sugiere THX para una óptima visualización de las zonas iluminadas y las oscuras. Con suficiente volúmen para escuchar ese ventilador que sutil nos sugiere latidos de corazón... whop, whop, whop...
Blood simple recibe unos nachos con queso y un Icee... negro.


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