enero 03, 2011

Coraje y Determinación

Con una larga colección de Westerns en mi haber, considerando que son de mis géneros favoritos, es muy probable que esta reseña este un poco influenciada y que tal vez no sea tan buena como a mí me pareció. Sin embargo bajo un análisis objetivo de su guión, la historia es si bien históricamente difícil de que haya sido plausible, es una historia muy Coen, donde los límites de la realidad y lo verosímil se juntan. A fin de cuentas no podremos jamás ponernos exigentes con los westerns que han venido narrando historias inverosímiles desde hace más de 40 años, muchas de ellas clásicos memorables. Si tomamos en cuenta que es una obra de ficción el guión tiene un desarrollo correcto, con actos delineados y bien armados, excelentes giros de trama, perípecias y la perífrasis del título que es absolutamente genial. Es una historia sencilla, sin pretenciones de ser un épico ni mucho menos, recordándome por ejemplo a Unforgiven pero con un tono menos Noir, haciéndola más un western de aventuras con giros dramáticos. Los hermanos Coen siempre han sabido mezclar bien lo dramático con lo irónico sin que sea comedia pero permanesca cerca de lo gracioso. La fotografía es muy buena destacando sobre todo el manejo de los claroscuros, acentuando los contrastes y dándole especial atención a las expresiones en los rostros de los actores quienes han sido escogidos de genial manera. Por unos minutos dudaba sobre el papel de Matt Damon pero conforme avanza el filme me di cuenta de la naturaleza del personaje y Damon queda bien parado como un Texas Ranger, mientras que Jeff Bridges es un U.S. Marshall cuyo papel compite muy cercanamente con Hailee Steinfeld quien interpreta uno de los mejores roles que he visto en un filme de este tipo. Me encantó. La edición es dinámica, mantiene un buen ritmo, el interés y sobre todo mantiene la narración coherente. El acto final es uno que es discutible, no malo, sólo debatible; como el capítulo 21 de An Orange Clockwork de Burgess. No demerita el filme en lo más mínimo, pero seguramente influirá dependiendo del gusto de algunas personas. Estamos los que favorecemos un desenlace más helénico en las narraciones, y quienes no. Sin embargo, True Grit (no quiero imaginar qué título estúpido le darán en México) es un gran filme, nada pretencioso, sencillo, entretenido, excelentemente actuado. A mí, me gustó mucho.
True Grit recibe unos nachos con coca fría.

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