Propuesta

Platicaba con un profe de secundaria hace unos días. Me comentó de manera breve que el programa de la materia de Historia para escuelas federales se ha visto reducido básicamente a la historia de Europa, mencionando de pasada algunos datos sobre México y dejando de lado el periodo precolombino. Esa plática fue la gota que derramó el vaso. Ya había hecho un comentario en broma con amigos míos de que habría que hacer un manifiesto donde se proponga el cambio radical de nombres en calles y escuelas ¡no más Escuela Primaria Federal Benito Juárez! Porque lo que ese hombre hizo no tiene ya efecto alguno en nuestra sociedad actual. El eco, por así decirlo, las repercusiones de sus actos han desaparecido. Vivimos en una sociedad que está en manos de gente muy similar a la que él se opuso ¿para qué entonces seguir recordándolo? Ya, lo pasado pasado. De todos modos ya no enseñan lo que hizo, ni su importancia, ni su relevancia, ni las razones por las que esa relevancia ya se diluyó en años de mediocridad nacional. No veo motivo alguno para continuar nombrando calles en memoria de alguien que se ha convertido en un simple nombre; ¡ya basta! Nombremos a las calles Pedro Infante, a las escuelas José Alfredo Jimenez, al salón de cabildos José José. Esas son personas que sí sabemos quienes fueron, que tienen todavía influencia en la sociedad, que son trascendentes. Cualquier persona en la calle no sabría explicar los factores económicos e ideológicos de la Reforma, pero podría cantar por lo menos dos canciones de cada uno de ellos. No nos hagamos mensos más tiempo, dejémos de lado ya esa hipocresía, tiremos la máscara de liviandad histórica que nos hace fingir que le tenemos respeto a los fantasmas de esos hombres que hicieron tanto para que hoy sigamos igual. Había unos tipos apodados gachupines, que tenían el apoyo de un pelao en otro país para explotarnos a nosotros y nuestros recursos. Hoy las cosas no han cambiado, hay unos fulanos sin apodo ni rostro pero que son apoyados por muchos monos en otros países y que siguen explotándonos con apoyo de un individuo que según elegimos para representar nuestros derechos, y la tienda de Raya ya no existe, somos libres.... para pagar en pagos chiquitos, para seguir bajo contratos temporales, dando recibos de honorarios, sin respeto alguno por el trabajo de las personas. Yo no veo mucha diferencia. Unos pocos haciendo dinero con el trabajo de muchos. Yo propongo que mi calle, Guadalupe Victoria, el primer presidente de la República Mexicana, se llame ahora Fernando Soto "Mantequilla".