octubre 02, 2008

Ya que se olvide, por favor.


Es un tema muy delicado hablar de lo acontecido el 2 de Octubre de 1968. Considero, y reitero que es mi opinión personal, que el problema está en involucrar los sentimientos y emociones que nos provoca siempre la pérdida de vidas humanas. No por ello quiero "negar" el aspecto moral que mueve a la indignación (que es un sentimiento), pero un criterio frío del acontecimiento debería ser adoptado. A mi parecer es poco lo que se logró. Sé que existen cientos de personas que opinan exactamente lo opuesto y que me debatirán y tacharán -por qué no- de radical. Sin embargo yo a ellos no los tacho de nada. Creo que las revoluciones en la humanidad han sido siempre necesarias, mas pocas han dejado verdaderos frutos sociales; o bien han sido limitadas. Como resultado de una revolución siempre viene el establecimiento de una política, y el que se sentía oprimido pasa a detentar el poder del opresor, y ahí está el asunto que yo intento argumentar... ejercer un poder, aún si no es con fines de opresión y/o represión nunca será igual a otorgar conciencia y libertad. Los grandes libertadores del mundo otorgaron garantías y derechos para que la gente ejerciera el libre ejercicio de su ciudadanía (¿de su humanidad?), pero este poder otorgado siempre acaba corrompido. El pueblo no sabe nunca qué hacer con esas garantías y los héroes una vez bajo tierra se convierten en iconos que cual borrego dorado son idolizados y convertidos en estandartes de movimientos menos nobles y trascendentes por gente que jamás ha tenido un arma en sus manos, ni quitado una vida en pos de la conciencia para ejercer la libertad.
No quiero con esto decir que la única manera de hacer una revolución sea con un movimiento armado, pero ¿hasta hoy cuántos movimientos intelectuales han podido sofocar los oscuros gobiernos que tenemos? Ese es el punto. Seguimos sin conciencia. Seguimos "recordando", pero nada más. Haciendo nuestros pequeños actos. Poniendo nuestro "granito de arena"... pero lo que se necesita es arrojar una piedra.
Mi trinchera es la escuela preparatoria... el aula de Licenciatura. Ahí es donde veo que aquellos que nos consideramos "pensantes", "concientes", en realidad estamos frente a un mar de ignorancia, inconciencia e indiferencia donde todos creen detentar la verdad, su verdad. Y entonces ellos son mejores que uno, ellos que tienen el poder -por ejemplo- económico, realmente creen saber lo que es mejor para la sociedad y el mundo. Pero no hay conciencia, ya no digamos de clase, eso ha quedado atrás. Conciencia de especie ¿para qué estamos los seres humanos aquí? ¿Para destruir ecosistemas? ¿matarnos unos a otros? ¿edificar sistemas políticos para después corromperlos?... Álvaro Mutis, a través de su entrañable personaje Maqroll el Gaviero expresa la profunda desilusión que le inspira la raza humana, misma que yo comparto, aun si a diario en esas aulas que tanto quiero lucho día a día por impartir algo más que datos e información.
No sé sinceramente qué me mueve, porque no es la esperanza de ver el cambio. Sé que no llegará. Miles de años de historia humana respaldan mi conclusión. Al final del día, cansado de trabajar, agradesco tener conciencia aunque sea sólo para darme cuenta de lo obtuso, oscuro del pensamiento humano actual. Creo que eso es lo que me mueve, que me sé humano, que no sé qué hago en este mundo, en esta sociedad, pero diario busco esa razón aunque me tome la vida entera encontrarla, no para el bien de la sociedad... porque siento en mis entrañas que si encuentro mi razón de ser humano, encontraré el motivo último de la construcción social.

2 comentarios:

Luis Alvaz dijo...

Estoy de acuerdo en prácticamente todo lo que dices, pero no entiendo porque crees que no es posible entregarse a un movimiento intelectual, a un ideal, y al mismo tiempo desarrollarse en las aulas, en el conocimiento.

Por otro lado, ¿existe algún acontecimiento que no genere sentimientos o emociones?... yo no lo creo, tan sólo fisiológicamente estamos hechos para segregar toda clase de hormonas que provocarán dichas emociones. Y ahora, ¿no sentirías indignación si mataran ante tus ojos a un compañero, o a un amigo o a un total desconocido que no hizo nada más que expresarse libremente? Yo no me siento con el derecho de decirle a alguien que no debe sentir indignación ante una injusticia.

Y bueno, siento una especie de incoherencia entre tu título y el texto que desarrollas. Finalmente estás en la búsqueda un algo que sabes que no llegará. Esa definición le queda muy bien a la utopía, a las quimeras que persigue cada ser humano desde su "trinchera", y a pesar de lo vago que suena el concepto, de que sea menospreciado y asociado con el idealismo socialista, creo que se adopta a cualquier sociedad, sin importar el modelo que haya adoptado.

¿Existe el olvido?... sólo con la muerte.

Maqroll dijo...

Ciertamente hay más una ironía que una incoherencia en el título. Ya que se olvide implica renacer, implica crear, sugiere dejar atrás lo que no sirvió ni en su momento. Las cosas se olvidan, se deben de olvidar. Dice el Maestro Deshimaru "hay que vaciar la copa, para poder llenarla", yo hoy con mi edad, experiencia y sentir veo que los movimientos intelectuales son socialmente iguales a los movimientos del caos en el sentido de que creen tener la solución. Unos apoyando la paz, otros el terrorismo (o peor, al capitalismo inmediatista), pero ambos creyendo que lo que hacen está correcto ¿sólo por ser cultos, o intelectuales tienen la razón? Porque, y aquí me repito, no ha cambiado mucho la humanidad... se ha modificado, sí; mas seguimos matando y destruyendo todo a nuestro paso. El poder político y social sigue en manos sarracenas, el dinero el único medio y motivo, el consumo (cultural, o material) una acción diaria. Me he buscado y encontrado. Me he visto como ser social, con la copa hasta el full, lleno de deseos por cambiar al mundo, creyente de tener la verdad; ética, moral. Pero mi Maestro me dijo "y todo eso que sabes ¿a quién le importa?..." Frase que puede interpretarse de mil maneras, pero que entendí a la perfección por la trascendencia de la misma. Lo mismo adoramos un políico como Mao, que un autor de novelas, un gran filósofo, un Rock Star ¿y a quién le importa? No es una frase grosera, ni de MAD (What me worry?) Ni siquiera es nihilista. Es una verdad que cada quien debe encontrar para poder entenderla. Porque ni la política, ni los intelectuales han podido solucionar los problemas del mundo. Sólo el amor verdadero podrá hacer eso, pero estamos demasiado ocupados cultivando nuestras mentes, ocupándonos (y preocuándonos) de los demás, para erigir nuestro propio espíritu. Para elegir a UNA persona de este mundo y dedicarse a ella, a hacerla feliz. Si comenzaramos por ser felices nosotros, por hacer feliz a otro... todo lo demás sería simple consecuencia. Pero no hay que pensarlo, ni meditarlo, ni intelectualizarlo, o peor, politizarlo. Cuando cada ser humano encuentre su felicidad, no tendrá ya ningun motivo para voltear al de junto y decirle "esta es la verdad". Es utópico, imposible, y espero el fin del mundo con resigación, orgullo y enseñando más allá de datos e información. No quiero crear gente culta, o inteligente, quiero que simplemente encuentren su lugar en el mundo. Ahora, que siendo muy sincero, sí encuentro más agradable a alguien que usa su cerebro que a alguien que jamás a leído un libro aunque sea de Corín Tellado.
Gracias por los comentarios.