marzo 06, 2009

Oxigen turning to gold...

Estreno mundial, viernes 6 de Marzo. Una de las novelas gráficas ochenteras más leídas (después de Dark Knight Returns) llega al cine y la dirige el cuate de Dawn Of The Dead y 300, Zach Snyder. El resultado es una de las mejores películas de héroes que he visto. Nótese que no dije películas basadas en comics, sino de héroes. Pocos eran los comics en la década de los ochenta que trataban el tema de "qué pasaría si fueran reales", fue una década violenta y genial donde no existía lo políticamente correcto y las cosas se decían como eran. El guión es una magnífica adaptación aún si dejó fuera elementos narrativos que hacen del comic una experiencia casi literaria, como la narración paralela del comic de piratas. Sin embargo maneja los actos importantes, no deja de lado la tridimencionalidad de cada uno de los personajes y mantiene algunos de los diálogos más importantes, incluyendo el chiste del Pagliacci (genial). El final es distinto al del comic, a mi parecer para no entrar demasiado en esa sorna de adetrarse en la sátira de la ciencia ficción, la burla social hacía los medios y lo que Jean Baudrillard llama "el simulacro". Es un buen final, a fin de cuentas. El lenguaje fílmico sí me parece en comparación menos estructurado y con una narrativa mucho más lineal. Sin embargo, no debería estar comparándolo con el comic tanto. Conluyamos que es un excelente guión, y narra una historia completa e interesante.

La fotografía es sobresaliente, Snyder gusta de ángulos y movimientos de cámara que siempre nos adentran en el ambiente, contexto y circunstancia de cada acto de la historia. Lucen espectaculares los disfraces, los escenarios, los colores. Las coreografías de cada pelea son espectaculares. El montaje sostiene la narración, nos traslada por cada evento en la historia de una Norteamérica ficticia, pero muy cercana a la realidad. Un guiño a muchos libros de ciencia ficción de la post guerra, y los escritos durante la guerra fría (Heinlein, Vonnegut). Sutilmente incorpora los flashbacks, las anécdotas, que son parte tan importante del desarrollo de la historia. Otro aspecto interesantísimo del filme es su música, escogida con cuidado y montada en escenas clave donde (en el caso de Hendrix) la letra coincide con las imágenes que se proyectan y funge como narrador. El diseño de vestuario es increíble, los actores muy bien escogidos para cada personaje y qué decir del maquilllaje, el Dr. Manhattan nunca se vio más real, impresionante. Su diseño de sonido es también sobresaliente, en una sala con un buen dolby, o DTS, la experiencia es insuperable. Es una de las mejores películas que he visto sobre héroes, dilemas morales, éticos y crítica mediática (aunque no tan marcada como la novela gráfica ¡hay que leerla!).
Watchmen recibe su coca fría con nachos, queso extra y jalapeños.

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