Es esa época del año...

Mayo, ha llegado una vez más ese momento en el que todo Warsie celebra un año más de la Holy Trilogy con un maratón de por lo menos los tres episodios originales, A New Hope, The Empire Strikes Back y finalmente Return Of The Jedi. Por muchas razones personales podría decirles que esta es LA trilogía por excelencia, incluso y las musas me perdonen por la blasfemia, por arriba del Padrino; sencillamente porque cuando eres niño no recibes el seis de enero figurita de Lucca Brassi con manitas intercambiables incluidas, ni juegas con tus amiguitos a matarlos mientras compran naranjas. Es trascendente en muchísimos aspectos sociales, mercadológicos, comunicacionales y hasta psicológicos. Hay quien me ha dicho "son aburridas" y tienen razón, la primera no transcurre de manera muy ágil que digamos, y los escenarios son muy sencillos, la edición es bastate tradicional, todo comparado con la manera moderna de hacer películas. Sin embargo lo mismo podríamos decir de Casablanca, o de Citizen Kane. Lo que hace de Star Wars un fenómeno que trasciende lo fílmico es precisamente su espectro de influencia. Aunque al final, al menos para mí, lo que me sigue encantando es que me transporta a cada uno de mis -casi- 32 años, ya que ha estado presente en todos, a mañanas de días de reyes, a cumpleaños, Navidades, idas a centros comerciales, amigos, lugares, anécdotas, convenciones, ferias, regalos, ropa, anhelos, chistes, días felices, días lluviosos y demás cosas que se pueden englobar en todo ese tiempo. Mis amigos y familia a su vez tienen sus propias anécdotas "me acuerdo de aquella vez en que tú y otra docena de Warsies atacaron el stand de Hasbro todos apañando la figurita del Vader que se le quita el casco..." declara mi hermana... y así, muchas más. No son sólo pelis para mí, son motivos para el encuentro, el intercambio y la interacción, tal y como en este momento lo hago creando esta entrada en mi blog. Igual que la Fuerza, "It surrounds us, and penetrates us. It binds the galaxy together."