diciembre 29, 2010

TRON

 Era un pequeño cuando me llevaron al cine a ver Tron en 1982 y fue un festín visual incomparable. De los primeros filmes en tener efectos especiales generados por computadora y aunque hoy la veo como una peli para niños con efectos realmente viejos en aquel momento quedó completamente grabado en mi memoria. Estamos hablando de las épocas en que no había el monstruo de mercadeo que hoy en día nos vende un filme mucho antes de que este llegue a las salas inflándolo en muchas ocasiones para que cuando llegues al cine resulte que estaba sobre-hypeada. Por aquellos ayeres yo tenía un Atari 2600 y en él jugué el no tan famoso Tron Deadly Discs que era bastante adictivo y para la época con no tan malas gráficas. Eran unas figuritas básicas como monitos de palitos, azules, amarillos, morados y rojos que lanzaban un cursor que se supone era el disco.  En niveles ya más avanzados los monitos se movían a velocidades impresionantes, lanzaban el disco con zaña y cambiaban de color, poniéndose naranja. Me divertí horas en aquellas épocas. Lo que me sorprende es lo avanzado de la premisa, el hecho de que una persona pueda entrar a un espacio-mundo electrónico e interactuar con los programas. Esto dos años antes de que William Gibson inaugurara el cyberespacio (tanto el término como el concepto) con Neuromante en 1984 (y surgiera el cyberpunk) y sus secuelas. Quizá por todas estas razones y otras que no recuerdo hay malas reseñas torno a Tron: Legacy, porque ya muchos de sus conceptos están más que hechos, re-hechos y revisitados, sobre todo luego de la revolucionaria Matrix en 1999, que retoma el concepto básico de Tron y de Neuromancer.

Tron: Legacy viene más de veinte años después de la primera a re-introducirnos al mundo que Flynn creó: The Grid. Bajo mi percepción es un filme que quizá se pensó como un re-make y terminó siendo una secuela en vista de que podíamos hacer menos simple el concepto de "quedé atrapado en mi videojuego" el cual si bien sí es simple, funcionó y fue genial. Sin dichos conceptos no podría haber habido un clásico como The Last Starfighter, quizá porque ahora puedes estar "dentro" del juego con Wii y el bodrio de Kinekt el concepto ha dejado de ser atractivo, ciertamente ya no es innovador. Aquí es donde yo me pregunto ¿acaso todo debe ser innovador? Vamos a dejar que una norma de mercadeo rija lo que vemos en las salas del templo cuando lo que queremos es ir a divertirnos con historias bien armadas o efectos especiales asombrosos, y si tenemos suerte una mezcla de ambas. Tron: Legacy no tiene la mejor historia del mundo ¡la primera tampoco! y la adoramos. Sin embargo retoma de manera genial donde la pasada se quedó y la actualiza a un nivel tan absurdo que es totalmente creíble. No presenta una trama deshilvanada, transcurre dinámicamente, cada acto bien armado y hay actuaciones si bien tenemos que tomar en cuenta que están en un mundo virtual donde los únicos dos humanos son unos geeks tecnológicos. Tron: Legacy funciona porque es visualmente impresionante, no, no es nueva, mucho ya lo vimos pero yo digo ¡al diablo con la norma de innovación! toman las herramientas que tienen a su alcance y crean un mundo asombroso, cyberslick (que es más limpio y sobrio que el cyberpunk) y además lo musicalizan con Daft Punk, haciendo de la experiencia de verlo y oirlo una inolvidable. Lo he platicado con mucha gente: la mejor peli es la que te gusta y esta tiene muchísimos aciertos técnicos, un buen guión, excelente fotografía, edición notable y es Eye Candy a todo lo que da. La mejor actualización de un concepto que he visto en años. Quien la vea pirata denigrándose a verla gastando 10 pesos o la baje en un TS asquerosín merece una patada en el trasero. Esta es de esas que hay que ver en el cine.
Tron: Legacy recibe unos nachos con queso y un Icee azul.

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