
Tendrá cosa de unos veinte años que siendo niño vi una película llamada
Battletruck, que en los Estados Unidos cambió su título a
Warlords Of The 21
st Century (un título bastante malo), la película se "colgaba" de la secuela a
Mad Max,
The Road Warrior donde el mundo post-apocalíptico era regido por las bandas de guerreros de carretera que luchaban por la gasolina y los recursos en el mundo (o al menos en
EU).
Mad Max creó el género y luego vinieron los imitadores, siendo
BattleTruck uno de los que más
recuerdo.

Bien, esto viene al caso porque recién vi el
remake de
Death Race 2000, llamada ahora simplemente
Deathrace. La original fue filmada en 1975 (cuatro años antes de la primer
Mad Max -1979-) y David
Carradine era el infame corredor conocido como
Frankenstein, y un joven
Sylvester Stallone encarnaba a
Joe Gun. Ese mítico y bastante
Kitsch filme estaba producido por el legendario
Roger Corman, quien es famoso por sus películas de terror y ciencia ficción. Lo genial de la original es que la carrera es un
show televisado en donde los puntos que ganan los participantes son ganados por personas atropelladas. Dependiendo de la edad de la persona es la cantidad de puntos que obtenían para su marcador. La crítica social a los medios que por vender un programa hacían hasta lo
impensable era genial. Fue una época que pasó por
pelis como
Rollerball -1975- y duró bien hasta
The Running Man -1987-, con
Arnold Schwarzenegger. Luego vino la época en que los defensores de los derechos humanos no nos permitieron disfrutar de la violencia tras la ficticia pantalla del cine, provocando que el e
spectáculo del cinematógrafo cayera en
una época espectacular pero con menos muertes explícitas y temas "políticamente incorrectos".
Deathrace, con
Jason Statham, no tiene ni siquiera una
pisca de la crítica que su predecesora tiene, no hay sarcasmo, ni humor negro, tampoco hay parodia ni crítica mordaz; aún si e productor ejecutivo es nada más que el mismo
Roger Corman. Escrita y dirigida por el conocido
Paul W.S.
Anderson (Mortal
Kombat,
Event Horizon,
Soldier, etc.) de quien personalmente creí era buen
guionista y no tan buen director, pero que con
deathrace me demuestra que no es tan buen
guionista. El guión de la nueva
Deathrace es simplemente la historia típica del convicto acusado falsamente para participar en un evento que deja al
antagonista millones de dólares (
yawn). La fotografía es muy interesante, mostrando ángulos geniales que muestran diversas perspectivas de la carrera en sus tres fases mostrando cada acto espectacular con excelente
detalle; a su vez el montaje es destacado ya que es complicado manejar tantos ángulos y poder unirlos para que la secuencia de escenas trepidantes no nos
parescan confusas al mismo tiempo que deben ser tan rápidas como los autos. El diseño e producción es sobresaliente, los autos están geniales y ese detallito que me recordó al
Battletruck (y a
Mad Max Beyond Thunderdome) que me hizo realmente abrir los ojos y dejar de parpadear la secuencia entera.
Sumémosle a
Jason Statham acompañado de una exuberante
Natalie Martinez y tenemos una
peli llena de gasolina,
testosterona y ametralladoras calibre .50 ¡eso es todo!...
Lo es si lo único que buscan es el
Eye Candy de una película de acción con escenas
überemocionantes, extremas, cuerpos candentes (para ellos y ellas) y mucha velocidad. Si buscaban algo con más guión, mejor renten, bajen, pidan prestada
Death Race 2000.
Deathrace -2008- recibe una coca fría con palomitas y
muuucha salsa
chipotle (Maqroll usa: Salsa Chipotle El Pirata de Córdoba, disponible en su súper favorito).